miércoles, julio 02, 2008

Ningun derecho....gracias Comandante Fidel

"No tenemos derecho a olvidar a Francisco Caamaño, joven militar dominicano que durante meses combatio heroicamente contra 40,000 soldados de Estados Unidos que el Presidente Johnson hizo desembarcar en Republica Dominicana en el año 1965 para impedir el regreso del Presidente constitucional Juan Bosch.

Su tenaz resistencia al frente de un puñado de militares y civiles, que duro meses, constituye uno de los episodios revolucionarios mas gloriosos que se han escrito en este hemisferio. Caamaño, despues de una tregua que arranco al imperio, volvio a su patria y entrego su vida por la liberacion de su pueblo"

Extraido de Cien horas con Fidel, conversaciones con Ignacio Ramonet. Hablando de militares progresistas y honorables.

Francis luchó denodadamente, predicando con el ejemplo

Yo tuve un hermano....

HAMLET HERMANN


Francis habría cumplido 76 años el pasado miércoles 11 de junio. También cumplió 43 años de haber adquirido la conciencia social necesaria y suficiente para defender la dignidad nacional contra la soldadesca invasora.

Forjó entonces una imagen patriótica ante el mundo que, incluso, creció ante la mirada del feroz enemigo imperial. Lo logró porque se atrevió a encabezar un movimiento popular par enfrentar directamente a las tropas estadounidenses. Como nunca antes se había conocido en el continente americano. Luchó denodadamente, predicando con el ejemplo, sin buscar excusas para sus errores.

Ernesto habría cumplido 80 años el sábado pasado. Ocho décadas de aquel casual nacimiento en Rosario, Argentina, y también 52 años de haberse apretujado en el yate "Granma" para trocar su profesión de médico por la de internacionalista. Su imagen ejemplar desbordó todos los límites imaginables. Se convirtió en ejemplo digno de lo que es el desprendimiento de las cosas para que predominaran las ideas. Muchos pudieron considerarlo un aventurero. Y admitió que lo era, sólo que de un tipo diferente: de aquellos que exponen el pellejo para demostrar sus verdades.

Veo a Francis, allá por el Londres de 1967, luchando contra la soledad prefabricada por otros y enfrentando el acoso constante del invasor. Sin dar su brazo a torcer. Y lo imagino como si en la capital del Albión pensara en su futuro, que era el de Ernesto, y entonces recitara de memoria a Julio Cortázar cuando decía:

"Yo tuve un hermano/ No nos vimos nunca, pero no importaba./"

"Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía/"

"Lo quise a mi modo/ Le tomé su voz, libre como el agua/"

"Caminé de a ratos cerca de su sombra/ No nos vimos nunca, pero no importaba/"

"Mi hermano despierto mientras yo dormía/ Mi hermano mostrándome, detrás de la noche, su estrella elegida."

Resulta imposible pensar en Francis sin imaginar a Ernesto, y muchos deben sentir extremada vergüenza por haberlos negado. La renuncia total a las cosas gracias al predominio de las ideas era algo que uno había aprendido del otro, aunque no se vieran nunca. Pero no importaba.

Resultaba harto difícil, sino imposible, alejar a Francis como a Ernesto de los lugares donde hubiera más peligro. La audacia demostrada ponía a pensar que ellos habían nacido para semilla. Sin embargo, por un castigo social o por un designio divino, uno y otro murieron solos, sin compañero alguno a su alrededor. Como si la soledad fuera un sino inapelable que mostraba cuán convencidos estaban del camino que habían tomado para beneficio de los demás.

Ahora, cuando los enemigos del progreso social creen haber ganado la batalla, resulta que el recuerdo de Francis y de Ernesto se ha desparramado por el mundo mostrando sus ejemplos y sus virtudes. Frecuentemente se afirma que la época de Ernesto y de Francis ya no es la nuestra. Pero la miseria y la explotación que los empujaron a la acción persisten bajo el mismo sistema. Porque el cruel sistema recrea las crisis y los sufrimientos de las mayorías populares para beneficio de unos pocos.

Ernesto fue asesinado en La Higuera , en Bolivia, en el corazón mismo de Nuestra América. Francis fue asesinado en la loma Cuero de Puerco, en el corazón mismo de la cordillera central dominicana y sus restos lanzados al mar Caribe. Uno y otro crecen y se reproducen con el tiempo. Y vemos expandirse sus legados y confirmarse sus verdades, aquellas que gritaban de viva voz y que algunos de sus compañeros no quisieron escuchar. De ahí la validez eterna del poema de Cortázar cada vez que pensemos en Francis y en Ernesto.

"Yo tuve un hermano/ No nos vimos nunca, pero no importaba./"

"Yo tuve un hermano que iba por los montes mientras yo dormía/"

"Lo quise a mi modo/ Le tomé su voz, libre como el agua/"

"Caminé de a ratos cerca de su sombra/ No nos vimos nunca, pero no importaba/"

"Mi hermano despierto mientras yo dormía/ Mi hermano mostrándome, detrás de la noche, su estrella elegida."

Como debe ser.



http://www.hoy.com.do/opiniones/2008/6/15/93575/Yo-tuve-un-hermano