Son las 11AM y en la ladera de la Loma Cuero de Puerco descansaba el pleno de la guerrilla, descartando cualquier acción de infantería en ese momento. Román (Francisco Caamaño) se dedicó a desarmar su AR-15 para corregirle un desperfecto.
El pelotón de reconocimiento del sexto Batallón de Cazadores tiene una oportunidad, el Comandante de los mismos despliega sus hombres, ante la detección del grupo.
Antes de que diera la orden a sus hombres, estos empiezan a disparar y a lanzar granadas.
Eugenio (Eberto Lalane Jose) cae gravemente herido, pedazos de ramas, tierra y esquirlas caen por doquier.
Una granada asesina cayó cerca de Sergio (Claudio Caamaño), Ismael (Juan R. Payero Ulloa) y Freddy (Hamlet Hermann).
El Comandante Román da la orden de retirarse al alto de la montaña.
Armando (Alfredo Perez Vargas) se posiciona en un flanco para proteger a los demás en la retirada.
Armando se mantuvo disparando permitiendo el ascenso de sus compañeros hasta que el rugir de su fusil dejo de sonar, había caído este valiente hijo del pueblo que decidió unirse al héroe de abril en su justificada epopeya.
El grupo asciende el sur de la ladera.
Freddy encuentra a Eugenio tendido boca arriba, herido de gravedad, se coloca a su lado y en ese momento llega Román le ordena reunirse con los demás arriba.
El bravo Comandante se queda con Eugenio, en un gestó que lo enaltece, pues en una situación de vida o muerte elige el riesgo ante que dejar al compañero abandonado.
El mismo compañero que se mantuvo fiel, a su lado mientras la izquierda dominicana desfilaba por el campamento de entrenamiento, condicionando la lucha a cada uno de sus pareceres.
Este gesto le costó a nuestro líder la vida.
Sin embargo, hoy nos preguntamos: acaso no es por gestos como este que admiramos a Caamaño?, cuantas veces no se jugo la vida también por el pueblo dominicano, de manera desinteresada, con el único motivo de liberarnos de las amarras invisibles que impiden nuestro desarrollo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario