Porque me dio el pueblo el poder, al pueblo vengo a devolver lo que le pertenece. Ningún poder es legítimo si no es otorgado por el pueblo, cuya voluntad soberana es fuente de todo mandato público.
Un día como hoy, los sectores progresistas nos vimos obligados a pactar la paz con los oligarcas, gorilas y sectores conservadores, y con ellos dar fin a 132 días de lucha y guerra Patria para reponer la constitucionalidad.
Como predijo Caamaño aquel 3 de septiembre no habría vencedores pues lo que vino después, fue una contra-reforma y el establecimiento de un sistema Neo-trujillista, sin Trujillo que se extendería por 13 años.
No cumplimiento de los acuerdos que ponían fin a la lucha, exterminio y persecución contra combatientes constitucionalistas, separación de las fuerzas armadas de los soldados que estuvieron del lado del pueblo.
Los asesores Yanquis se prepararon para dividir y corromper las fuerzas constitucionalistas, que en la lucha, se mantuvieron unidas, un personaje de las cavernas se perpetuó por 37 años en la política nacional, sirviendo de base a los Yanquis para legitimizar sus acciones, (papel que no estuvo dispuesto a representar Don Antonio Guzman).
Al permitir la entrada de las botas interventoras y del retroceso a las trincheras del honor, se perdió un momento histórico para hacer avanzar a éste país, que tuvo que ver aletargada su lucha y que hoy se encuentra con muchos de los reclamos sociales de aquella época, pero sin la materia prima de aquellos años : ese pueblo comprometido, esos militares constitucionalistas, esa juventud, ese movimiento 14 de Junio.
A la espera de otra oportunidad, deseamos ya no violenta, para hacer valer nuestros derechos frente a los mismos enemigos y los nuevos males que envuelven a los dominicanos, vemos pasar otro 3 de septiembre más.
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